6 de julio de 2008

Tesoro Efímero


Treinta ocasos perdidos
No son suficientes.
Treinta ocasos felices
No son importantes
No son la respuesta,
Respuestas que el corazón
En la noche nos dice.



Maldita efemeridad...
Que fueron esas caricias
Maldito placer fuiste
Y maldito yo por no
Aceptar que en una
Quinta luna te perdiste



A través de relámpagos
Me pediste perdón
A través de un mar de lagrimas
Interno todo el mundo para mi cambio.



Con solo caricias prohibidas
Y besos escondidos,
No logre hacer feliz a tu flor,
Que sin pensar cambio de jardín



Con diez dedos sobre el rostro
Pusiste fin a este absurdo
Con solo botellas en mi cabeza
Me di la bienvenida a esta noche perpetua.



Si bien dijo el bendito poeta:
Que lo eterno es el infierno
Solo por tenerte para siempre
Caigo en el vacío de ese ultimo beso.

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